La astenia es un síntoma frecuente que presenta diversas alteraciones del organismo, habitualmente se asocia a una sensación de cansancio generalizada, fatiga física y mental; con principal influencia entre las personas de 18 a 60 años, y con más incidencia en las mujeres que en los hombres.
La continua actividad de nuestro día a día nos supone un desgaste de energía que si no la sabemos recuperar, puede generarnos problemas de salud, reduciendo o minimizando el bienestar y el entusiasmo de vivir.
Cuando los niveles de energía de nuestro organismo descienden, es fácil que bajen las defensas y aparezcan los típicos síntomas de cansancio, fatiga mental, dolores crónicos, ansiedad, dificultades digestivas y frecuentes cambios en los estados de ánimo, que nos hacen susceptibles a las enfermedades más comunes.
Existen muchos factores que afectan el metabolismo del organismo y su equilibrio energético; desde los cambios climáticos, el estrés, hábitos alimenticios, relaciones interpersonales. También nuestro estilo de vida y las aspiraciones íntimas, tienen influencia en nuestro desgaste energético.
Abrirse a recuperar la energía es una disposición mental, que de sólo imaginarlo nos ayuda a ganar vitalidad y entusiasmo. Respirar vigorosamente por ambas fosas nasales, es una forma eficaz de incrementar la fuerza vital que poseemos.
Realizar caminatas matinales, de veinte minutos, a un ritmo vigoroso, estimula las funciones de los órganos internos, generando más energía en nuestro sistema psico-físico. También las visualizaciones de lugares y situaciones agradables, favorecen una actitud positiva, que genera una sensación de plenitud y bienestar general.
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